miércoles, 17 de junio de 2009

Derogar por la paz


Después de tanta incertidumbre generada a partir del conflicto generado el 5 de junio que dejó como resultado la pérdida de nueve miembros de la Policía Nacional y veinticinco nativos selváticos, una solución clara se da en el escritorio del presidente del Concejo de Ministros, Yehude Simon.

Los Apus, las principales autoridades de las comunidades indígenas de la selva central, lograron que el primer ministro Yehude Simon suscribiera un acta de entendimiento en la que el Ejecutivo se compromete a derogar las “leyes de la selva” 1064 y 1090. Y ahora nos preguntamos: ¿de que se trataba el decreto ley 1064 y 1090?. Para conocimiento de aquellos quienes escuchan la frase “que se derogue” la respuesta es simple y alentadora.

El decreto legislativos 1064 aprobaba el regimen jurídico para el aprovechamiento de las Tierras del Uso agrario. Por otro lado, el decreto Legislativo 1090 aprobaba la Ley Forestal y de Fauna S ilvestre, sus normas modificatorias y su respectivo reglamento. En oposición estuvieron los miembros del partido de Ollanta Humala, quienes no aceptaron la votación auspiciada por el APRA. Freddy Otárola, congresista nacionalista manifestó que tal decisión provocará más violencia y es sinonimo de atropello contra la Amazonia.
Simon Murano aceptó la derogación, aún sabiendo que existirian posteriormente criticas desafiantes a su persona ya su posicion como actuial figura politica. El premier asegura que no le teme al “que diran” puesto que sería injusto tratar de defenestrar a alguien solamente por buscar la paz y el bienestar del país.
Asimismo, se da fuerza de ley y se restituye el texto de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre, según lo publicado hoy en el boletín de Normas Legales del diario oficial El Peruano. Esta iniciativa fue aprobada en la víspera por el Parlamento Nacional por 57 votos a favor, 47 en contra y una abstención. La disposición, presentada por representantes del Apra, de Unidad Nacional y del fujimorismo, fue exonerada del trámite de la segunda votación por una amplia mayoría.

Mucha sangre corrió, se trasmitió un ambiente de culpas innecesarias a través de los medios de comunicación; en estos momentos, se dio una salida a una decisión que ha calmado a Los Apus. A pesar de ello, Unidad Nacional clama que es una intriga que acabará produciendo más muertes. Es definitivo que el hecho de no encontrar más muertes ha tranquilizado a un pueblo peruano más sensibilizado hacia el tema de los derechos de los nativos y representa que no importa anular una ley siempre y cuando ”todo sea por la paz…”.
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